La higiene es el proceso que sin duda alguna marca la base para una adecuada salud, en este sentido es importante que la persona conozca que esta va más allá de lavarse las manos, y un baño diario, si bien todos y cada uno de las partes que componen el cuerpo humano son iguales de importantes para el adecuado funcionamiento del mismo.
Así de esta forma, traemos alusión en esta ocasión la higiene bucal y con ello la limpieza y bienestar de la boca y los dientes, no solo en virtud de una imagen adecuada sino más bien por lo que este aspecto significa para la salud integral de la persona.
Tener una buena higiene bucal significa mantener tus dientes y boca limpios, sin restos de alimentos, encías de color rozagante sin dolor o sangrado durante el cepillado, un aliento impecable y agradable ante los demás y hacia ti mismo y en si una sonrisa profunda y bella.
Los cuidados preventivos que a diario una persona debe de llevar, como el cepillado de por lo menos tres veces al día, el uso de seda o hilo dental y el enjuague bucal son la clave a la hora de mantener una buena higiene bucal que te permita entre otras cosas y básicamente mantener tus dientes sanos tanto en su aspecto exterior como interior para que hables y comas apropiadamente.
Ahora bien, las visitas semestrales al odontólogo serán de gran ayuda, ya que una persona que te controle y supervise servirá para que no desistas ni decaigas en ningún sentido en cuanto al cuidado de tu boca, de ahí la importancia de mantener un control odontológico permanente, de forma habitual tal como lo determine el especialista a cargo.
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